Mañana empieza el verdadero Tour para Carlos Sastre, con la llegada en la décima etapa de la montaña pirenaica. El recorrido entre Cambo-les-Bains y Pau de 202 kilómetros, tiene tres puertos, uno de tercera, más el Col de Soudet de categoría especial, y el mítico Marie Blanque, de primera categoría, pero que se encuentra a 42 kilómetros de la meta. Un día propicio para que quienes deseen ganar en París presenten su primera candidatura.

Sastre, reconocido por su director Bijarne Riis como jefe de filas del CSC, ante la ausencia de Ivan Basso, en declaraciones efectuadas al periódico El Mundo Deportivo, admite que se encuentra “ante la oportunidad de mi vida. Sé que tengo una opción, tal vez sea muy pequeña, pero trataré de aprovecharla. Se ha presentado delante de mí, por las circunstancias que todos conocemos, e intentaré no dejarla escapar. Pero como soy un hombre prudente solo me atrevo a decir que lucharé por lo que pueda. No me gusta levantar castillos en el aire”.

Respecto a su equipo, el de El Barraco ha manifestado que “mi poder reside en que el CSC ha trabajado desde hace años para ser una piña. Y no sólo en la concentración de diciembre, sino todo el año. Mis compañeros creen en mí. Saben que tengo una pequeña posibilidad y que trataré de aprovecharla. Pero no me trazo objetivos porque siempre he sido prudente y ahora quiero serlo lo más posible. El T-Mobile es el equipo más fuerte, pero quién trabaja para quién. En el CSC nuestra fuerza está en la unión”.